Son muchas cosas las que se le critican a las distintas versiones de sistemas operativos GNU/Linux, pero una de las más acusadas es la de la fragmentación, hoy vamos a hablar de ello aquí.
La fragmentación, provocada por la gran cantidad de distribuciones existentes, ha sido un debate que lleva mucho tiempo existiendo.
Pero vamos a empezar desde el principio.
¿Qué es una distribución?
Una distribución no es más que un conjunto de software empaquetado que se distribuye, es decir, es cada una de las diferentes variaciones que existen de sistemas operativos con núcleo Linux.
Existe una gran cantidad de ellas, con diferentes propósitos y para varios ambientes.
Podríamos decir que las distribuciones base serían Slackware Linux, Debian y Red Hat. De éstas derivan la gran mayoría de las que existen actualmente, por ejemplo, Ubuntu (deriva de Debian), Fedora (deriva de Red Hat), openSUSE (deriva de Slackware).
En algunas ocasiones las distribuciones derivadas de estas principales se vuelven tan atractivas que aparecen otras distribuciones derivadas de ellas, como puede ser el caso de Linux Mint, por ejemplo, que deriva de Ubuntu.
Recomiendo que miréis esta imagen en la que aparecen las distribuciones que existen actualmente y de cuál derivan.
Fragmentación en sistemas operativos GNU/Linux
Si habéis visto la imagen con la que concluye el párrafo anterior podéis comprobar que la cantidad de distribuciones que existen y que han existido a lo largo de la historia es bastante amplia, eso es algo que no se puede discutir. El punto en el que se puede discutir es en lo bueno o malo de esa cantidad diferente de distribuciones.
Hay varios tipos de opiniones. Algunos piensan que es bueno porque hay una gran variedad donde poder elegir a la hora de instalar uno u otro y así tener en tu ordenador el que más se adapte a tu persona y a tus necesidades. En cambio, otros piensan que así se desperdician esfuerzos a la hora de mejorar en el sistema en sí, que tener tantas opciones termina perjudicando al “movimiento del software libre” porque se pierde tiempo creando y manteniendo diferentes distribuciones, ya que si el tiempo en crear, mantener y mejorar todas las distribuciones se dedicara a una sola, ésta podría mejorar mucho y más rápido.
Personalmente, mi opinión se identifica más con la de que cuantas más distribuciones, más adaptación a cada persona y más posibilidades de elegir la que más te guste.
Tengo que decir que me ha llamado bastante la atención este artículo de MuyLinux, ya que me ha hecho ver un punto de vista que no había tenido en cuenta antes de hacer esta entrada y es la del usuario nuevo que está llegando al mundo GNU/Linux y ve esa cantidad de distribuciones tan inmensa y tiene que elegir. Es cierto que al principio puede ser un obstáculo que saltar y, sobre todo, al ir metiéndote más en el sistema operativo que hayas instalado se abren más puertas a otras distribuciones, lo cual puede confundir un poco más a los nuevos usuarios.
Esta última parte quizás no la recordaba porque hace bastante tiempo que tuve en mis manos la primera distribución que instalé en mi ordenador (fue Ubuntu 6.06.1) y empecé a encontrar muchas diferentes y no sabía con cual quedarme. Es una decisión, en un principio, un poco difícil, pero al final terminas descubriendo que gracias a esa “fragmentación” encuentras esa distribución que se adapta a ti y a tus necesidades.
Distribuciones importantes
No podríamos dejar esta entrada sin hablar al menos de algunas distribuciones que sean importantes, ya sea por su historia o por la cantidad de usuarios que la usan.
Como cada uno en este campo tiene sus preferencias, yo voy a dejar algunas de las que recomiendo probar para ver si es de nuestro gusto.
Una de las que recomiendo probar es Debian. He de decir que la instalación es un poco liosa, sobre todo sin una guía por delante. Es una de las distribuciones más míticas dentro del mundo GNU/Linux y creo que todo el mundo debería, al menos, ver cómo funciona en una máquina virtual. Tiene una gran comunidad detrás y es una de las distribuciones que se ha mantenido muy fuerte gracias a la seguridad que representa, además de la compatibilidad con muchos sistemas diferentes. Uno de los contras de esta distribución es el ciclo de desarrollo que tiene, dejando a veces sin acceso a actualizaciones de aplicaciones, aunque es cierto que esta pequeña desventaja se puede solucionar instalando la versión “testing”. La última versión es la 7.1.
Enlace | Debian.
Fedora es otra de las distribuciones más míticas en la historia de GNU/Linux. Fue creada en 2003 y, como he comentado antes, deriva de Red Hat Linux. Es una distribución muy fuerte en cuanto a seguridad y está destinada al público en general (al contrario que Red Hat que estaba más enfocado a las empresas). La última versión disponible es la 18, aunque está previsto que dentro de 15 días salga la versión 19.
Enlace | Fedora Project.
Seguimos ahora con algunas de las distribuciones que últimamente están dando mucho que hablar.
Arch Linux es una distribución que se define a sí misma como simple, ligera y flexible. Tiene una comunidad detrás muy importante y se está volviendo muy usada. No es una distribución muy sencilla de usar, debido a que no proporciona ninguna interfaz para configurar automáticamente el sistema, pero sí amplía las posibilidades de configurar el sistema a nuestro modo, siempre que se tengan los conocimientos necesarios para poder hacerlo. Uno de los puntos a favor de Arch Linux es que usa un sistema de actualizaciones rolling release, lo que hace que la actualización entre una versión y otra sea simplemente una actualización normal del sistema.
Enlace | Arch Linux.
Mageia es otra distribución que está en las primeras posiciones en cuanto a uso (en Distrowatch sólo la supera Linux Mint). Deriva de otra de las míticas, Mandriva, y se enfoca también al entorno de escritorio. Puedo decir que la instalación es un poco liosa, al menos a mi me ha costado bastante (quizás por mi costumbre a las instalaciones de Ubuntu y Linux Mint).
Enlace | Mageia.
Además de éstas dos podríamos hablar también de openSUSE, otra que se ha ganado a pulso su sitio en el mundo GNU/Linux, Slackware, PCLinuxOS, CentOS, Linux Mint (de ésta no he hablado porque en el Blog hay bastantes entradas sobre él), …
Conclusión
Aunque esta entrada está dedicada a mi opinión, voy a añadir de todas formas una conclusión final.
Sí es cierto que existe la “fragmentación” dentro de GNU/Linux, pero también es cierto que esto hace que haya muchas posibilidades de elección entre las diferentes distribuciones, lo que, en mi opinión, enriquece la oferta que el usuario final recibe.
Para finalizar, os hago unas preguntas:
¿Qué pensáis vosotros, la fragmentación es buena o mala? ¿Qué distribución se me ha quedado atrás?
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